5.9. CORROSIÓN DE MATERIALES CERÁMICOS Y PLÁSTICOS (ALTOS POLÍMEROS)

Los materiales cerámicos y los plásticos, muchas veces conjuntamente con los metales, ofrecen soluciones alternativas a los problemas de corrosión. La desventaja principal de los materiales cerámicos es la falta de ductilidad y en los plásticos  son los efectos de las temperaturas bajas y altas y, en algunos casos, la absorción de agua y la inflamabilidad.
Por otra parte, no se encuentra ningunos de los efectos que se asocian con la corrosión del metal, tales como picadura y acción galvánica. En muchos casos las piezas plásticas pueden emplearse para aislar la interacción corrosiva de partes metálicas, siempre que no se formen bajo el plástico celdas por concentración de oxígeno. Consideremos la resistencia de los materiales cerámicos y plásticos en el mismo grupo de los ambientes corrosivos que atacan los metales: atmosfera, agua y sustancias químicas.

La atmosfera
Los materiales cerámicos únicamente se afectan lentamente por la atmosfera, como lo demuestran muchas estructuras hechas de ladrillo y cemento que han permanecido por siglos. Los peligros principales de permanecer a la intemperie son los efectos del agua que entra en las grietas o uniones y se expande al congelarse. Cuando hay sal en el agua, el problema se agrava.
Los plásticos se afectan lentamente por la atmosfera y, particularmente, por la luz solar. Los polímeros son susceptibles a producir enlaces cruzados con el oxígeno y a perder el plastificante, especialmente cuando están plastificados externamente. Esto conduce al agrietamiento por esfuerzo, o al microagrietamiento superficial, los cuales se observan con frecuencia en los recubrimientos poliméricos (pinturas y varnices). El efecto se acelera por la radiación UV de la luz del sol.
Los ingenieros y químicos especializados en polímeros han desarrollado componentes de plástico con excelente resistencia a la corrosión atmosférica. Aunque estos tienen muchas aplicaciones, los especialistas en el medio ambiente están preocupados porque el uso innecesario o inapropiado de los polímeros, origina “desechos de plástico”, los cuales no son biodegradables y permanecerán por muchos años.

El agua
Los materiales cerámicos que no son porosos se emplean extensamente para fabricar recipientes y tubería. Los tanques de acero cubiertos con vidrio y esmaltados se han utilizado durante muchos años con muy buen éxito.
Los plásticos también son resistentes al agua y se constituyen en revestimientos de protección excelentes. Sin embargo, hay un pequeño porcentaje de absorción de agua en todos los casos, excepto el teflón, el polietileno y el polipropileno.

Las sustancias químicas
Hay diferencias muy grandes en la resistencia de los materiales cerámicos a las sustancias químicas. En los vidrios los de sílice pura y los de boro silicato son muy refractarios, pero los vidrios de soda-cal son atacados lentamente por los álcalis. Los refractarios básicos tales como la magnesia son atacados por los ácidos. Los solventes orgánicos no tienen ningún efecto sobre los cerámicos típicos.
Los plásticos también demuestran una enorme variación en su resistencia a las sustancias químicas. La mayoría de ellos son resistentes a los ácidos débiles y a los álcalis. Sin embargo, los ácidos fuertes descomponen el acetato de celulosa; algunos ácidos oxidantes descomponen las melaminas y el fenol-formaldehido. Los álcalis fuertes y los solventes orgánicos también atacan ciertos plásticos. Los materiales más resistentes son el teflón, polietileno y vinilo. (Richard A & Paul K, 2017).

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