5.8. Oxidación:
¿Qué es la oxidación? En un principio, se utilizaba el término de oxidación para designar aquellos procesos en los que una sustancia reaccionaba con el oxígeno; de esta forma, se decía que un compuesto se oxidaba cuando aumentaba su cantidad de oxígeno (igualmente, se decía que se reducía cuando ésta disminuía). A partir de este primer concepto de oxidación, y con el tiempo, dicho vocablo ha ido evolucionando y generalizándose hasta abarcar hoy en día una gran cantidad de reacciones en algunas de las cuales ni siquiera interviene el oxígeno. De hecho, en la actualidad entendemos por oxidación el proceso mediante el cual un compuesto pierde electrones. E inevitablemente, para que un compuesto pierda electrones otro los ha de ganar: así surge estrechamente ligado al concepto de oxidación el de reducción; se entiende por reducción el proceso mediante el cual un compuesto gana electrones. Así pues, cada vez que nos refiramos a la oxidación tendremos que hablar también de la reducción (ya que es el proceso contrario, y sin uno de ellos no existiría el otro). La capacidad de determinadas compuestos para aceptar y donar electrones hace que puedan participar en las reacciones denominadas de oxidación−reducción. Esta capacidad no la poseen todas los compuestos. 1 REACCIÓN DE REDUCCIÓN : Hay sustancias que pueden aceptar electrones ; son sustancias oxidadas que en las condiciones adecuadas se pueden reducir, y por lo tanto transformarse en formas reducidas.
El oxidante es el reactivo capaz de provocar un proceso de oxidación por su tendencia a captar electrones. El oxigeno del aire puede ser considerado como el principal oxidante, atendiendo a la importancia de las reacciones en que interviene (metabolismo de los seres vivos, motores de combustión, y el tema que nos centra, su acción sobre metales, como el hierro o aceros, con las importantes perdidas económicas que produce).
La oxidación de los materiales usados por la tecnología empeoran considerablemente sus propiedades mecánicas, debido, entre otros factores, a que los óxidos son mucho más frágiles que los metales puros de los que provienen. Es por ello que la vida útil de cualquier equipo industrial depende de forma decisiva de la velocidad a la que transcurra el proceso de oxidación.
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